la pelota y era más que su rival, pero los centros y los disparos desviados no lograban surgir efecto en la red de Ballester. El primer tiempo se iría con un 0 a 0 que parecía no conformar al equipo visitante, se cumplió una gran tarea en defensa, el medio campo estaba firme, pero no lográbamos el gol en nuestra delantera, cosa que hacia extrañar al goleador, nadie más y nadie menos que el “Pulpo” Aranda, quien se encontraba suspendido y no podía disputar este encuentro.


        El segundo tiempo seria un calco del primero pero con mas emociones, con los primeros minutos teniendo a los equipos tratando de acomodarse y al tambero de a poco apoderándose de la pelota con el pasar de los minutos, el partido estaba para cualquiera, ya que a pesar de su superioridad, el tambo no lograba ser preciso en los últimos metros y un gol de su rival lo derrumbaría por completo.
El susto llegaría apenas comenzado el complemento cuando Ballester lograba empujar la pelota al fondo de la red enmudeciéndonos por completo a todos los tamberos; “el ánimo del equipo se iría abajo”, era el pensamiento que nos invadió en ese momento por como se había dado el desarrollo del partido, pero basto levantar la mirada, para que un banderín arriba, marcando una posición adelantada, nos devolviera el alma al cuerpo y nos hiciera ver que todo lo bueno que se había realizado en este partido no había sido en vano todavía. 


       Lo que todos esperábamos llegaría por fin en el minuto ’24 cuando después de una gran jugada colectiva por la derecha del ataque, un pase al medio de Ledesma dejaría solo mano a mano a Barilá, quien reemplazaba al pulpo, para que este diga presente y mandara la pelota al fondo de la red con un disparo preciso que hizo enloquecer a todos los tamberos que seguimos el partido, ya sea dentro del estadio, fuera del mismo, trepados de un paredón, desde atrás de un alambrado, los que lo siguieron por la web del tambero, en fin a todos los hinchas de Claypole, provocando un gran abrazo de gol. El tambero ganaba por la mínima diferencia y ganaba bien. Se lucho y se trabajo bastante para conseguir estos tres puntos, con la solidez defensiva y un Alan que se afianza cada vez más con el pasar de los partidos en el arco tambero Claypole se trajo los tres puntos a casa.


       Es casi imposible encontrar las palabras que expliquen el sentimiento que provoca sentir esta camiseta en la piel, llevar los colores de tu club, al que acompañaste en tantos momentos, dentro del corazón. Ver a los jugadores junto a su DT, dirigentes y cuerpo técnico dejar todo en cada partido para llevar al club al lugar que se merece, esto es verdaderamente inexplicable. Y podrá cortarse la racha y podrán decir millones de cosas de este equipo, pero los verdaderos hinchas, solo ellos guardaran estos momentos para siempre, porque solo ellos saben bien el número de página que se está escribiendo en la gran historia de este club. Han pasado muchos jugadores, muchos cuerpos técnicos y muchos dirigentes, pero la hinchada, la hinchada es la de siempre, la que lo siguió al Tambo a todos lados, la hinchada que hoy reclama ver el futbol de local y de visitante. Desconocemos los sentimientos ajenos, pero con esta camiseta dentro del corazón, nosotros nos sentimos locales en cualquier parte.


“En Claypole no nos interesa tener el protagonismo, ya tendrán que hablar de nosotros.”
 

PasionTambera